06 de febrero del 2019
Un orzuelo es una protuberancia que se produce debido a la inflamación de una glándula sebácea situada en el párpado. Se manifiesta en forma de grano o bulto molesto y sensible al tacto, y suele provocar exceso de lagrimeo, sensibilidad a la luz y una sensación arenosa molesta dentro del ojo.
Aunque generalmente los orzuelos tienen un rápido desarrollo y suelen curarse al cabo de unos días, pueden resultar bastante molestos y, si están excesivamente inflamados, antiestéticos. Además, algunas veces la infección se puede propagar al resto del párpado o se puede convertir en chalazión, algo que pasa cuando la glándula sebácea se obstruye por completo y puede conllevar problemas de visión.
Existen tratamientos farmacológicos para acabar con los orzuelos como ungüentos antibióticos de aplicación local o, en el caso de que se extienda a todo el párpado, por vía oral. Sin embargo, también hay remedios a nivel de autocuidado que pueden acelerar la desaparición de la protuberancia e incluso prevenir la reaparición de nuevos orzuelos.
Algunas de las recomendaciones a la hora de curar un orzuelo son:
Si el orzuelo no ha desaparecido después de más de una semana de cuidados, es necesario acudir a un especialista para que lo evalúe. También se debe pedir ayuda a un experto si la protuberancia se vuelve demasiado grande y dolorosa, si dificulta la visión, si se forma una ampolla en el párpado, o si presenta sangrado. El médico decidirá si es necesario vaciarlo, usar corticoides o emplear otro método de tratamiento.
Si la infección tarda en resolverse o las molestias son importantes, pueden darse pomadas y colirios antibióticos. De este modo se ayuda a combatir la infección.
Las pomadas oftalmológicas, utilizadas en las infecciones oculares, son medica- mentos en forma semisólida. Estos se aplican en el borde inferior del ojo. Se separa un poco el párpado mirando hacia arriba y se aplica un poco de pomada.
Aunque parezca complicado, es fácil de aplicar y con el parpadeo el antibiótico se distribuye por toda la superficie ocular. Además de ayudar a combatir la infección, evita que esta se expanda hacia la mucosa que recubre el ojo, la conjuntiva.
El inconveniente de utilizar pomadas es que pueden dificultar la visión en el momento después de utilizarlas. Por este motivo se suelen aplicar por la noche.
A veces, para complementar el tratamiento, además de la pomada se prescriben colirios antibióticos durante el día. Los colirios son líquidos y no interfieren con la visión, aunque tienen menos tiempo de contacto con el ojo. Por eso son comple- mentarios a las pomadas.
Los antibióticos más utilizados para los orzuelos son:
En casos persistentes o cuando el orzuelo evoluciona a chalazión, puede ser necesaria su extirpación. Esta intervención debe llevarla a cabo un profesional tras seguir la evolución.
Aunque sea una cirugía menor, debe realizarse en manos expertas. No debemos intentar extirpar los orzuelos en casa.