4 de diciembre del 2017
Podemos decir que la prevención consta de tres partes: practicar una buena higiene, fortalecer tu sistema inmunitario y cuidarte durante los primeros síntomas. Al igual que muchas enfermedades, adoptar medidas preventivas puede ser la mejor “cura” para un resfriado o una gripe. Puedes prevenir los virus comunes prestando especial atención a tus hábitos de higiene e incluyendo alimentos que mejoren tu inmunidad en tu dieta y estilo de vida. También puedes evitar completamente una enfermedad actuando con rapidez a la primera señal de algún síntoma.
Lávate las manos. Una de las medidas más sencillas y más efectivas para prevenir los resfriados y las gripes es lavarse las manos cuidadosa y frecuentemente. Esto reduce la proliferación de las bacterias y del virus del resfriado o de la gripe en espacios o superficies comunes.
Cúbrete la nariz y la boca. Pon una mano o un pañuelo de papel sobre tu boca y tu nariz cuando tosas o estornudes. Cubrirte al estornudar o al toser reduce el riesgo de transmitir los gérmenes y los virus.
Aléjate de las multitudes. El virus del resfriado o de la gripe se puede trasmitir rápidamente en las superficies y en los espacios compartidos, especialmente en los baños y en las cocinas. Desinfectar estas áreas puede prevenir la trasmisión del virus del resfriado o de la gripe.
Desinfecta los espacios compartidos. Peelings despigmentantes. Estos tratamientos son recomendables para después de los meses en los que el sol pega con más fuerza. Son opciones despigmentantes más agresivas y que actúan en las capas más profundas de la piel. El médico aplicará peelings de ácidos glicólicos o salicílicos a diferentes concentraciones (dependiendo del tipo de piel y la gravedad de las manchas) y mascarillas que renovarán completamente el aspecto de la piel.
Limpia los lugares que uses con frecuencia.Estos lugares son tu habitación, cocina, sala de estar y baños.
Mantén una buena salud oral. La falta de higiene oral puede facilitar el ingreso de los microbios en el cuerpo.
Vacúnate. Aunque no hay cura para la gripe, puedes vacunarte anualmente contra el virus si estás dentro de los grupos con riesgo potencial. Esto puede fortalecer tu sistema inmunitario durante la temporada de resfrío y de gripe. Pregúntale a tu doctor si te recomienda vacunarte contra la gripe.
Ten presente que no hay ninguna vacuna contra el resfriado. A diferencia de la influenza, no hay ninguna vacuna contra el resfriado común. La mejor manera de prevenirlo es adoptar buenos hábitos de higiene y tener cuidado de la salud en general.
Evita entrar en contacto con personas enfermas. Trata de evitar la cercanía o el contacto prolongado con alguien que sepas que tiene un resfriado o que muestre los síntomas de un resfriado. Esto puede impedir que cualquier bacteria o virus invada tu organismo y haga que te enfermes.
Usa tus propios artículos. Asegúrate de no compartir los artículos con nadie enfermo. Esto puede reducir el riesgo de que las bacterias o los virus invadan tu organismo.
Prueba las medicinas alternativas. Algunos creen en los beneficios de la medicina alternativa para prevenir y aliviar el resfriado y la gripe. Aunque no hay evidencia científica definitiva de que la Vitamina C, la Equinácea o el Zinc puedan prevenir o aliviar el resfriado o la gripe, es probable que estos remedios te sirvan.
Mantén tu cuerpo hidratado. Bebe suficiente líquido para reemplazar los que has eliminado a través de la fiebre o de la producción de moco. Toma agua, jugo, caldo o tés sin cafeína. Aléjate de las bebidas que contengan cafeína, incluidos el café y el té, ya que pueden deshidratarte y agravar los síntomas.
Toma sopa. Los estudios actuales demuestran que el antiguo remedio casero de la sopa puede mantener a raya el resfriado y aliviar los síntomas. Incluso el vapor de la sopa caliente puede aliviarlos.
Evita el alcohol y los cigarrillos. Los productos de alcohol y de tabaco pueden empeorar un resfriado o una gripe. Eliminar o limitar estos productos puede reducir la duración de los síntomas y ayudar a prevenir las complicaciones.
Alivia tu garganta con agua salada. Hacer gárgaras con una solución salina sencilla puede aliviar el dolor de garganta. Si bien los beneficios son temporales, puedes usarlo como remedio tanto como lo necesites para combatir la inflamación.
Usa pastillas o aerosoles. Los analgésicos leves pueden aliviar el dolor de garganta. Los productos como las pastillas y los aerosoles con eucalipto o alcanfor también pueden aliviar cualquier congestión relacionada al resfriado o a la gripe.
Toma analgésicos. Con un resfriado o una gripe puedes tener dolores corporales. Toma un medicamento de venta libre para aliviar cualquier dolor, lo cual también puede hacer que te relajes y te recuperes más rápido del resfriado o de la gripe.
Descansa lo suficiente. Asegurarte de que tu cuerpo descanse puede aliviar los síntomas y hacer que te recuperes más rápido de un resfriado o de una gripe. No vayas al trabajo o a la escuela y quédate en casa, especialmente si tienes fiebre. Descansar lo suficiente también reduce el riesgo de que contagies a tus familiares, amigos o colegas.