30 de julio del 2018
Mejorar la circulación de las piernas y la calidad del retorno venoso es un factor clave para evitar la incidencia de las varices o para reducir su impacto si ya han hecho acto de presencia.
No es fácil. Cabe decir que la clásica sensación de hormigueo, entumecimiento y esa molestia pulsátil en las extremidades, puede deberse a diversos orígenes que siempre debemos conocer.
Una circulación sanguínea defectuosa en las piernas puede tener como desencadenante la diabetes, problemas cardíacos, obesidad o complicaciones circulatorias o genéticas.
Será nuestro médico el que deba determinarlo para ofrecernos un tratamiento adecuado.
Por otro lado, tanto si ya tenemos problemas circulatorios como si no, es recomendable seguir estas sencillas claves que ahora te sugerimos. Son unas estrategias sencillas que mejorarán nuestro bienestar en muchos aspectos.
Por otro lado, no olvides nunca que algo tan esencial como poder disfrutar de una adecuada circulación sanguínea es sinónimo de calidad de vida.
Antes de ahondar en esas claves que nos ayudarán a mejorar la circulación de nuestras extremidades inferiores, es interesante que nos detengamos, en primer lugar, en la sintomatología.
Tener varices o sentir calambres constantes en las piernas además de pesadez es, sin duda, un primer indicador de que nuestra circulación sanguínea no es tan óptima como debería.
Sin embargo, también es común que ofrezca otras pistas más generales que siempre deberemos poner en conocimiento de nuestros médicos:
1. Estimular la circulación con aloe vera
Este remedio, además de favorecer la circulación de las piernas, nos proporcionará descanso, frescura y aliviará incluso la pesadez y el hormigueo.
¿Qué debes hacer?
2. Infusión de espino blanco
El espino blanco es la planta más utilizada en medicina natural para regular la circulación y reducir la hipertensión.
Como advertencia, cabe señalar que nunca nos excederemos de tomar la dosis de 1 gramo al día de esta planta en infusión.
Asimismo, si tomamos algún medicamento para el corazón, es mejor consultar con nuestro médico sobre la conveniencia o no de hacer uso de este remedio natural.
3. Ejercicios regulares en casa y en el trabajo
No siempre tenemos tiempo de acudir al gimnasio. A veces las ocupaciones son muchas y el tiempo para uno mismo muy reducido.
Puede, incluso, que pienses que por estar todo el día de pie, ya haces el suficiente ejercicio.
Sin embargo, lo que nuestro cuerpo necesita es un movimiento aeróbico, una rutina que favorezca la oxigenación de la sangre y el bombeo regular del corazón.
Por ello, no dudes en aprovechar cualquier instante para cumplir estos requisitos:
4. Sí a los alimentos ricos en potasio
Los alimentos ricos en potasio favorecen la circulación sanguínea y combaten la retención de líquidos.
Toma nota de unas propuestas que no pueden faltar en tu dieta:
Plátanos // Semillas de girasol, de calabaza, sésamo, lino o chía // Aguacates // Algas // Cacao puro en polvo // Rábanos // Brócoli // Zanahorias // Tomates // Calabaza.
5. Duerme con las piernas más elevadas
Una sugerencia ideal que debes probar hoy mismo es dormir con las piernas ligeramente más elevadas respecto a tu cabeza.
Para ello, no necesitas cambiar de cama ni molestar a tu pareja: basta con que coloques unas almohadas bajo tus piernas.
De este modo, mejoramos también el retorno venoso y nos levantamos con unas piernas ligeras y descansadas.
6. Jugo de naranja y zanahoria en tu desayuno
Te encantará. Nada más levantarte, recuerda prepararte este jugo natural a base de naranja y zanahoria.
Si le añades además una pizquita de jengibre rallado, conseguirás un remedio fabuloso para estimular tu circulación sanguínea y cuidar de tu corazón.
7. Drenaje linfático manual con aceite de romero
Puedes hacerte tú mismo este masaje o pedir a un buen fisioterapeuta o masajista profesional que te realice este tipo de terapia.
Con ella, lograremos eliminar el exceso de líquido que se acumula en nuestras piernas y mejorar además la circulación de las extremidades inferiores.
Para concluir, tal y como puedes ver estas propuestas son fáciles de cumplir.
No obstante, recuerda: acude siempre a tu médico para que, en primer lugar, te haga una valoración sobre la causa de tu posible mala circulación de las piernas.
Más tarde, estos sencillos remedios naturales serán, sin duda, tus aliados cotidianos.