7 de enero del 2020
En general, la gente toma medidas en sus relaciones para evitar embarazos no deseados. Pero, ante posibles accidentes de técnica o fallo del método anticonceptivo, no está de más saber cómo funciona y dónde conseguir este medicamento de emer- gencia.
Para tener una idea aproximada, hemos acudido a la última encuesta poblacional de la Sociedad Española de Contracepción (realizada entre 1.800 mujeres de entre 15 y 49 años). Esta información fue recogida entre el 27 de Junio y el 20 de Julio de 2018. Según los datos recogidos en esta muestra, en España, la edad media global de inicio de las relaciones sexuales es a los 18,13 años. Otro dato interesante: el 91,6% de las mujeres de 15 a 50 años ha mantenido relaciones sexuales alguna vez y el 30% de las mujeres en edad fértil ha declarado haber recurrido en alguna ocasión a la píldora del día después como práctica anticonceptiva de emergencia, tal y como aparece en los resultados de la encuesta referida anteriormente.
Lo primero que queremos puntualizar sobre la píldora del día después (PDD), es que se trata de un método anticonceptivo de emergencia, no es para uso regular y, por su- puesto, no sustituye al método habitual.
Y segundo, no es una píldora abortiva. Su función es evitar el embarazo antes de que se produzca, ya sea inhibiendo o retrasando la liberación del óvulo para que no sea fecundado.
Aunque se sea súper cuidadosa y no se forme parte de aquellas personas que mantienen relaciones sexuales consideradas de riesgo (no utilizar ningún método anticonceptivo o practicar la marcha atrás), siempre cabe la posibilidad de tener un "percance" y conviene saber cómo actuar.
Podemos hablar de "accidente" si:
Como se vé, la situación puede ser más habitual de lo que parece.
En estos casos, la posibilidad de embarazo existe. Si se quiere prevenir un embarazo no deseado, existe una segunda oportunidad. La solución puede ser recurrir a la llamada píldora del día después, un medicamento que se toma tras haber mantenido relaciones sin protección o tras un fallo del método habitual.
No es para todos los días ni se trata de una bomba hormonal (como cuentan las malas lenguas). Pero, como cualquier medicamento, tiene una forma de uso correcta y algún que otro efecto secundario que conviene conocer bien.
Actúa retrasando o inhibiendo la ovulación. Si se opta por este método de emergencia, conviene tomar la píldora del día después, lo antes posible. Lo mejor en las 24 horas siguientes y siempre que no hayan pasado 120 horas (5 días) después de haber mantenido relaciones con seguridad dudosa. ¿Por qué ese plazo de tiempo tan concreto?
Tras la ovulación, la disponibilidad del óvulo para la fecundación es de tan solo 24 horas. Si en ese tiempo no es fecundado, el ciclo terminará con la aparición de la regla. En cuanto a los espermatozoides, ellos son mucho más "resistentes", pueden esperar y permanecer activos en el interior durante cinco días. Por tanto, se está en riesgo de concepción desde cinco días antes de la liberación del óvulo y, por supuesto, este día (cuando se produce la ovulación).
La píldora del día después funciona retrasando la ovulación hasta 5 días más, para que los espermatozoides que están esperando no sean viables y no causen ningún efecto no deseado.
El método de la píldora del día después es considerablemente más eficaz durante las primeras 24 horas, después va disminuyendo progresivamente su efectividad hasta ese límite de 120 horas. Pero no se puede considerar fiable al 100% porque si se está ovulando, no se podrá detener ni retrasar el proceso.
Tampoco es oportuno si se sospecha que ya se está embarazada, si se es hipersensible a la sustancia activa que la compone (acetato de ulipristal), si se tiene una enfermedad hepática grave o si se está siguiendo un tratamiento contra el VIH, tal y como aparece en la ficha técnica del producto.
Entre los efectos secundarios más habituales (leves y pasajeros) que se pueden dar tras la toma de este medicamento, están: dolor de cabeza, náuseas, dolor abdominal y cambios en la siguiente menstruación.
Como cualquier medicamento, está en la farmacia y en algunos centros de planificación familiar. No precisa receta y está disponible como acetato de ulipristal (considerada efectiva hasta 120 horas) y levonorgestrel (efectiva hasta 72 h). Se sabe que ha funcionado cuando se tiene la siguiente menstruación (¡ojo, que se puede adelantar o retrasar un poco, no hay que entrar en pánico!). Eso sí, si pasa más de una semana desde la fecha prevista y no hay menstruación, o si aparece de forma muy ligera, si se nota hipersensibilidad en el pecho, vómitos y molestias abdominales…, sería oportuno hacerse un test de embarazo para eliminar dudas.
Es una única píldora, se puede tomar en cualquier momento del ciclo menstrual y antes, durante o después de cualquier comida. Prestar atención a esto: si se vomita en las tres horas posteriores a su ingesta, hay que tomar otro comprimido. Otro punto importante a tener en cuenta: este medicamento puede reducir temporal- mente la eficacia de los anticonceptivos hormonales. Si se está tomando la píldora o se usan parches, se debe seguir haciendo hasta que se complete la pauta, pero se tendrá que usar al mismo tiempo un método de barrera (como el preservativo) cada vez que se tengan relaciones, hasta que se tenga la siguiente menstruación. Después, todo volverá a la normalidad.
Resumiendo, es un medicamento destinado a evitar el embarazo no deseado después de mantener relaciones sexuales sin protección, o de producirse un fallo en el método anticonceptivo utilizado; no está sujeto a prescripción médica y está indicado para mujeres en edad fértil; su uso es ocasional y no debe sustituir a ningún método anticonceptivo de uso regular; hay que leer el prospecto y seguir las instrucciones de utilización que figuren en él (o en el embalaje externo) y consultar al farmacéutico si surge alguna duda.